El viernes tenía que concurrir a la facu porque recibía su título Belén.
Había acordado pasar a buscar por el hospital Roberto pero huboi cambio de planes obligados por labatería del auto.
Se empacó, o mejor dicho murió sin previo aviso. de resultas batería nueva, el gallego me ayudó en cambiar la susodicha batería.
Terminamos pasado el mediodía.
Había que reponer energías, no por ser necesario sino simplemente para tener excusas de conversaación.
Él se inclinaba por empanadas, yo por pizza.
No pudimos conseguir porveedor de empanadas. Por este barrio solo delivery por las noches.
En eso me dice:
-Y si cambiamos y le damos al choripan?
ASí que fuimos hasta la parrillita familiar que está en la calle Guaminí. nos adentramos por el pasillo -antes se comía en la vereda dándo al sitio un ambiente muy personal- saludamos a los parroquanos con un
-¡Buenprovecho! Que fue respondido por la totalidad de los comensales.
Pedimos los choripanpreguntando si tenían delivery y sí tienen deliveryñ
una vez atendidos nos entregó el teléfono para hacer los pedidos.
Al llegar a casa preparé una ensalada de rabanitos. Los corte con pelapapas , así los fetaba bien finitos, , pimienta recién molida con uuna mezcla de granos verdes, negros, rojos, blancos, sal, vinagre y aceite. En ese orden.
Preparamosm la mesa y saqué de la heladera unos ajíes en vinagrew que había preparado la dsemana anterior.
Brindamos con vino luego al sandwich le agregamos los ajíes y los rabanitos.
¡EXCEPCIONAL!
Buen provecho y hasta luego...